19, agosto 2018
La reciente oleada de transacciones anunciadas y concretadas que involucran a emprendimientos latinoamericanos e inversionistas globales han revitalizado el panorama para los emprendedores de nuestra región. Las noticias y rumores de ventas y aumentos de capital en proyectos iniciados en Chile (CDF,
Cornershop, ComparaOnline), Colombia (Rappi), México (Linio) o España (Cabify) viene a refutar fuertemente la tesis de que las inversiones en proyectos de capital de riesgo en LatinoAmerica no poseen “salida” para los
inversionistas.
El ciclo de financiamiento de un startup se puede dividir de manera gruesa en 3 grandes etapas: financiamiento inicial o semilla (“seed”), capital para crecimiento (“growth”) y apoyo para consolidación y salida. Varios países latinoamericanos, Chile entre los más destacados, han generado sistemas de financiamiento y apoyo bastante robustos en las etapas iniciales. Proyectos como StartupChile, Startup Perú y otros proveen una red de apoyo ágil y flexible para proyectos que están en sus comienzos. Sin embargo, a medida que crece el tamaño, la complejidad y la necesidad de financiamiento de los emprendimientos, las fuentes de financiamiento se hacen más escasas y difíciles de conseguir. El extremo de esto está al final del camino, donde existe la creencia de que es prácticamente imposible conseguir una salida (apertura en bolsa, fusión u otra) para los emprendimientos.
La existencia de salida es una de las claves para la generación de un polo de financiamiento de capital de riesgo. Los inversionistas que buscan oportunidades en este espacio requieren de un camino que permita la liquidación de las inversiones en un horizonte de tiempo no demasiado largo. En otras palabras, el atractivo de apostar por proyectos de alta incertidumbre, como es el caso de los startups o emprendimientos de etapa temprana, se ve incrementado si existen posibilidades reales de lograr una salida a la inversión en el mediano plazo.
El naciente ecosistema latinoamericano de emprendimiento requiere de casos de éxito, que alienten a nuevos emprendedores a tomar riesgos y que atraigan a nuevos inversionistas a apoyarlos en sus proyectos. Aunque existían casos de éxito en la región (MercadoLibre, Despegar.com, Globant, etc.), estos eran escasos y estaban demasiados relacionados entre si geográficamente y en el tiempo. Las buenas noticias de la entrada de jugadores globales a varios nuevos emprendimientos latinoamericanos, refuerza el atractivo de la región como polo de inversión para fondos globales. Los nuevos unicornios latinos van a transformar el panorama del emprendimiento en la región. Van a revolucionar el establo, generando mayor competencia entre los inversionistas y abriendo nuevas oportunidades para las buenas ideas.
¡Enhorabuena!