17, octubre 2024
Recientemente hemos estado frente a un escenario de elevados costos de insumos, dificultades para encontrar financiamiento y desempleo en deterioro (8,5%), factores que han repercutido directamente en una baja confianza de consumidores y empresarios.
Este 2024 el negocio de renta residencial a nivel nacional sigue constantemente desafiado, con una ocupación en torno al 90% y bajo el promedio, con ofertas agresivas que han reducido el precio de colocación.
Según datos entregados por el INE, nos encontramos por un lado con el logro del Banco Central que ha sabido mantener la inflación controlada en torno al 4%, y por otro lado, un crecimiento real de salarios del 2,6% en los últimos 12 meses. A esto se suma un mercado financiero contraído con bajo acceso a créditos hipotecarios, que ha repercutido en una ola de desistimientos generando una mayor preferencia por arriendos. En caso de que el escenario macroeconómico persista, es posible que observemos una mejora en los niveles de ocupación, así como un crecimiento real en arriendos considerando que la mayor disposición a pagar se encuentra correlacionada positivamente con un mejor producto.
En cuanto a la oferta y según datos entregados por la Cámara Chilena de la Construcción, si bien es cierto que hemos visto la entrada de nuevas unidades en los últimos trimestres, se ha visto una baja en precios que es posiblemente transitoria hasta agotar la oferta actual. Esta creció un 15% respecto al 2023 y se ubica alrededor de los 35 meses, pero esperamos el efecto contrario con la reducción en 50% de superficie (m2) en permisos de edificación aprobados respecto al año 2022 y un 10% menos en lo que va del año respecto del 2023.
Este conjunto de factores que hacen ver un panorama desalentador, puede dar como resultado una excelente oportunidad de inversión. En Alza estamos impulsando estrategias orientadas principalmente a la oportunidad del negocio que busca la compra de paquetes de departamentos a descuento, los que se destinarán a rentas cortas por un período de 2 años hasta que las tasas de mercado vuelvan a sus niveles prepandemia y los inmuebles recuperen una buena parte de su valor.
Lucas Landea – Analista Senior Inversiones