4, junio 2024

La electromovilidad transformando el Sector Energético

El cambio global hacia los vehículos eléctricos (VEs) no es solo una revolución en el transporte; es un cambio sísmico que resuena en todo el sector energético. A medida que la adopción de VEs se acelera, su impacto en la producción, distribución y consumo de energía se vuelve cada vez más profundo. Ahora bien, ¿Qué impacto va a tener esta transición para el panorama energético mundial en el futuro?

Aumento en la demanda de electricidad: Con la adopción generalizada de VEs, la demanda de electricidad está lista para dispararse, que se espera que llegue a 2.000 TWh para el año 2030 (IEA, 2023), un aumento de más del 7% de toda la electricidad generada global. Esto presenta desafíos y oportunidades para los proveedores de energía. Por un lado, requiere una inversión significativa en infraestructura para satisfacer las necesidades de carga de los VEs. Por otro lado, ofrece una nueva fuente de ingresos y crecimiento de la demanda para las empresas de servicios públicos.

Integración de Energía Renovable: La sinergia entre los VEs y la energía renovable presenta una perspectiva tentadora para un futuro energético más limpio y sostenible. La infraestructura de carga de VEs puede desplegarse estratégicamente para apoyar la generación de energía renovable, ayudando a mitigar los problemas de intermitencia y maximizar la utilización de energía renovable.

Soluciones de Almacenamiento de Energía Las baterías de VEs no solo alimentan vehículos, sino que también sirven como dispositivos de almacenamiento de energía distribuida. A medida que crece la penetración de VEs, la capacidad de batería agregada de los VEs se convierte en un recurso valioso para la estabilidad y la resiliencia de la red. Se espera que para 2030, los VEs podrían proporcionar 900 GWh de almacenamiento para la energía global (Global EV Outlook, 2023). Las tecnologías de vehículo a red (V2G) y de vehículo a hogar (V2H) permiten el flujo de energía bidireccional, ofreciendo flexibilidad y capacidades de energía de respaldo.

Impacto en la Demanda de Petróleo: La electrificación del transporte tiene implicaciones significativas para la industria del petróleo. A medida que los VEs reemplazan a los vehículos de combustión interna, la demanda de productos petroleros, como la gasolina y el diésel, disminuye. Actualmente, el transporte es responsable del 40% de la demanda del petróleo, y se espera que la adopción de VEs va a evitar 5 millones de barriles de petróleo al día para 2030 (S&P Global, 2023). Este cambio presenta desafíos para los productores y refinadores de petróleo, que deben estar atentos al momento de realizar inversiones a largo plazo ya que deben adaptarse a las cambiantes dinámicas del mercado y explorar estrategias de diversificación.

La electrificación del transporte representa un cambio de paradigma con implicaciones de largo alcance para el sector energético. A medida que la adopción de VEs se acelera, subraya la interconexión entre el transporte, la electricidad y la energía renovable. Abrazar esta transición requiere esfuerzos colaborativos de los responsables políticos, los proveedores de energía y los innovadores tecnológicos para realizar un futuro energético sostenible y resiliente. En Alza, creemos que la industria automovilística está pasando por su mayor transformación desde que Henry Ford inventó el Model T en el siglo XX, y por lo mismo estamos abordando diferentes soluciones que fomentan la adopción de las nuevas tendencias y tecnologías.

Ignacio Paz
Analista De Inversiones Senior